martes, 18 de mayo de 2010

Carta a los Cristianos Mes de Mayo


¡Ama a Dios escuchando a tu hermano !


“Escuchen mi voz y yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo, y si siguen todo camino que yo les mande, para que les vaya bien”

Jer. 7,23).

Mons. Juan María

Leonardi Villasmil

En mayo damos un paso más en el caminar renovador de nuestra Iglesia diocesana para lograr la fraternidad entendida como Dialogo reflexionando el valor de la “Escucha”. Escuchar y ser escuchados es muy importante.

Escribió la Madre Teresa de Calcuta: al estar con alguien, debemos escucharle sin mirar el reloj y sin esperar resultados; debemos dejarnos orientar por el amor. Efectivamente, para poder escuchar es preciso no tener prisa por dentro, tener paciencia. Aprender a escuchar es, aprender a dejarnos llenar por lo que dice la otra persona, sin distraernos con lo que le vamos a contestar. Hay que prestar atención a lo que el otro dice, con naturalidad e interés. Para escuchar a alguien es necesario dejarnos orientar por el amor. Sin amor no se puede escuchar bien a los hermanos. Quien ama siempre tiene tiempo para el ser amado.

Escucha pues Israel y cuida esta tierra que mana leche y miel, como lo prometió Yahvé, Dios de tus padres (Dt. 6,3). Tenemos necesidad de escuchar a Dios, a nuestros padres, a nuestros pastores; tenemos necesidad de aprender a escucharnos y cuando aprendamos a escucharnos, cuando aprendamos a escuchar la voz de nuestro Dios y de sus representantes, se cumplirá la promesa que Él nos hace: “nos irá bien” en la vida. Si de veras escuchan mi voz y guardan mi alianza, ustedes serán mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra; serán para mí un reino de sacerdotes y una nación santa (Ex. 19,5-6).

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